Centro de Cirugía de Mínima Invasión
Campo de ocres y tierras, pardo y gris bajo la escarcha, paisaje salpicado de peñascos redondos por el tiempo, uniforme, tan sólo alterado por la geometría de alguna cerca labrada en piedra, y como referencias, la calma, el horizonte a la altura de la vista, el perfil de una montaña de olivar a las espaldas y la memoria. En este lugar proyectamos una edificación anónima y tipológicamente desconocida, capaz de albergar edificios y tipos más conocidos. Trazar sobre el terreno una retícula envuelta por una cerca de piedra concertada en la que la inserción de llenos y vacíos, espacios de luz y sombra y rotos en su perímetro, permita la especialización posterior de sus partes en función de las necesidades de superficie, accesibilidad, iluminación y ventilación de las diferentes áreas del centro. De esta forma podrán incorporarse con naturalidad a la retícula, las áreas de animalario, quirúrgica, docente, administrativa y de residencia, siempre con la intención de integrar el paisaje exterior al edificio, de que sus interiores ofrezcan escalas y situaciones diversas que resulten gratas tanto al usuario como al visitante.
El Centro situado en la carretera nacional de Cáceres a Trujillo se dedica a la investigación y enseñanza de prácticas quirúrgicas no invasivas, microcirugía laparoscopia y radiodiagnóstico, prácticas que se ensayan en animales. Por razones económicas el Proyecto perdió las fábricas exteriores de piedra concertada que habían dado origen a la idea, no obstante los espacios interiores responden a los proyectados manteniendo su relación con el paisaje.
Aunque de apariencia hermética su ocupación ofrecerá situaciones y escalas diversas siempre con la intención de incorporar el paisaje circundante a los lugares de trabajo.
Una edificación, clara en su organización interna, también en sus recorridos y circulaciones fáciles de identificar por usuarios y visitantes, versátil en sus compartimentaciones y confortable en sus áreas de trabajo.
Construcción pendiente de la orientación de sus fachadas, de los vientos dominantes, atenta a la iluminación y ventilación natural de sus interiores e interesada en la utilización de energías renovables.
A grandes rasgos, el animalario se sitúa sobre el lado Este de la retícula, el área quirúrgica y de laboratorios ocupando el centro, y los espacios de relación, administrativos y área de informática sobre el lado Oeste, lado de llegada y desalojo de la edificación. Los espacios del animalario se proyectan sobre pilotes de altura acorde con la descarga de camiones, de forma que entre suelo y terreno una cámara ventilada permita el registro de las instalaciones de agua y saneamiento. De manera análoga el suelo del área quirúrgica y laboratorios, proyectado en continuación del anterior, permitirá la inclusión bajo él de un semisótano de aparcamientos que logre evitar la ocupación (por vehículos) del escaso terreno circundante.